Alemania inauguró hoy su primera terminal flotante de gas natural licuado (GNL) tras la llegada del Hoegh Esperanza desde España a Wilhelmshaven como parte de la estrategia de la potencia europea para reducir su dependencia del gas ruso.
El canciller Olaf Scholz, sus ministros de Economía y Protección del Clima, Robert Habeck, y el ministro de Hacienda, Christian Lindner, y el jefe del gobierno regional de Baja Sajonia, Stefan Weil, presidieron la inauguración oficial de la terminal, que se encuentra en la Tercero en niebla helada bajo cero.