Álbum FB

  • Compartir fotos de manera compulsiva genera rechazo entre los contactos

Colgar todas las fotos de las vacaciones en Facebook no parece una buena idea. Ni de una vez, ni mucho menos por partes. Entra dentro del sentido común, pero ahora lo corrobora con un estudio de la Universidad de Birmingham.

«¿El deleite de las etiquetas? Divulgación y ‘me gusta’ en Facebook» analiza los efectos de compartir fotos entre diferentes círculos de contactos. A través del seguimiento de 508 perfiles de la red social han sacado algunas conclusiones sobre las reacciones con la publicación y etiquetado de fotos. Entre las misma se encuentra que si un amigo cercano comienza a compartir muchas imágenes con más amigos afecta de manera negativa a la calidad de la relación.

Insisten en que se valoran mejor las fotos seleccionadas con cuidado y espaciadas en el tiempo, que sirvan para mantener el vínculo sin resultar invasivas. «La posibilidad de etiquetar a alguien no lo hace necesario. Aunque Facebook ofrece quitarlas o directamente convertirse en no etiquetable, no quedan claras las opciones para gestionar qué ven amigos de amigos», aclara.

Los académicos descubren cierta confusión cuando se etiqueta a alguien. Por la forma de presentarlo no queda claro si lo ha subido uno mismo o un tercero que ha añadido su nombre.

Las marcas tampoco salen bien paradas en el estudio. «Se supone que, al hacer una campaña de márketing, se sobreentiende que es mejor pedir permiso a los usuarios de manera más explícita antes de usarlas como imagen de promoción. Estas acciones suelen tener efectos negativos en la relación entre fans y las firmas comerciales», apuntan.

Fuente: El País