Aunque destacaron en la música o actuación, la mayoría de ellos comparte una profunda frustración: no haber cumplido sus sueños de éxito sobre el gramado futbolero.
Julio Iglesias: Arquero en las categorías menores del Real Madrid, debutó en el primer equipo a los 19 años. Poco después, un accidente de tráfico lo dejó casi paralítico durante un año y medio. En el hospital, su enfermero le regaló una guitarra para ejercitar sus dedos. Hoy, don Julio es el artista latino que más discos ha vendido en la historia.
Roberto Gómez Bolaños: Al popular cómico ‘Chespirito’, su baja estatura no lo dejó triunfar. A los 15 años jugó en las inferiores del Club Deportivo Marte como delantero. Era gambeteador, pero perdía en el cuerpo a cuerpo. Su mala fortuna en el fútbol la sublimaría años después en el filme “El Chanfle”, guionizado y protagonizado por él.
Antonio Banderas: Antes de darle voz al Gato con Botas de “Shrek”, calzaba botines con toperoles. Y antes de intimidar como el Zorro, asustaba a arqueros rivales como centrodelantero. Valgan verdades, el actor no pasó de jugar en las divisiones menores del Nacional Sport de Málaga. Pero sus aspiraciones eran reales.
Maluma: Tal vez el único caso de este listado en el que, considerando su producción actual, quizá hubiera sido conveniente que haya triunfado en el fútbol para evitar al artista. Lo cierto es que pasó por varios clubes llevando el Londoño (su apellido) en la dorsal, pero finalmente optó por el reguetón y dejó atrás el sueño de las canchas.