La barrera física con los bielorrusos dejó sin aliento al ejército lituano. Los soldados han dejado un cordón permanente a lo largo de la línea que separa las dos áreas, aunque se ha designado un equipo de respuesta rápida para intervenir en caso de ser necesario.
La instalación del sistema de seguridad estará lista a finales de año. En agosto, gran parte de la frontera (unos 500 km) fue fortificada con un cerco, a pesar de los disturbios provocados por los migrantes, según el subdirector del VRS, Rimantas Petrauskas: “Este año hemos registrado aproximadamente 350 casos de vandalismo. Recientemente hemos observado que las barreras físicas se están violando precisamente donde actualmente no hay un sistema de CCTV. En ocasiones se pone a prueba el tiempo de respuesta de nuestros agentes. Solo en algunos casos encontramos que el daño está hecho donde hay cámaras de vigilancia. »
