Este es un caso peculiar. Se trata de una adolecente de 16 años de edad que aparenta tener solo 6 meses de nacida. Esta singular historia la encontramos en un lejano poblado de la provincia de Contumazá, región Cajamarca.
El tiempo parece haberse detenido cuando cumplió 6 meses de nacida. No habla, no camina, no ingiere alimentos sólidos.
Aunque usted no lo crea, esta pequeñita, tiene 16 años, pero su apariencia parece no llegar ni al año de edad.
Ella es Cielo, nombre celestial, e infinito, tan infinito como su mirada inocente, que parece no comprender lo que le viene ocurriendo.
Cielito, se aferra a la vida desde aquel día en que un extraño virus se apoderó de su frágil cuerpecito, llevándola a ser internada de urgencia en el Hospital del Niño de la ciudad de Lima, dejándola imposibilitada de tener dominio pleno sobre sus extremidades superiores e inferiores.
Aunque los médicos le daban pocas esperanzas de vida, Cielo, contra todo pronóstico salió del nosocomio, y para sorpresa de muchos incrédulos, hoy sigue con vida, dándole a su progenitora, la dicha de ser madre de un ángel.
Hoy Noticias, llegó hasta la vivienda de Cielo, ubicada en un lejano poblado del distrito San Benito, de la provincia Cajamarquina de Contumazá.
Allí estaba la pequeña, quien lo diría…, una adolecente de 16 años, con apariencia de una bebe de 6 meses.
Viviendo en medio de la pobreza extrema, pero en la fortuna de amor de su madre, quien está al cuidado de ella.
Cielo necesita ayuda, pañales, leche de fórmula, ropa y alimentos. La madre de Cielo debe cuidar de sus otros 3 hijos.
El padre de la menor, los abandonó, al poco tiempo de enterarse que un extraño mal aquejaba a la niña. Pero el abandono del padre de Cielo, no fue motivo para desistir en su lucha continua de la madre de Cielo, quien día a día cuida de sus niños, para forjarles un mañana esperanzador.
El poblado de Santa Ana, representa uno de los sectores de mayor pobreza en la región Cajamarca, dada a la lejanía geográfica, la presencia de la autoridad gubernamental es escaza. Los pobladores se dedican a la agricultura incipiente. Como en la mayoría de poblados, no hay oportunidades laborales.
Los niños padecen de anemia y desnutrición crónica infantil; en época de frio, los males respiratorios son comunes. Lamentablemente los servicios de salud, son precarios. La población de San Benito, pide ayuda.