La policía detuvo en Tarragona al acusado de matar al médico peruano, Andrés Avelino Palomino, en el mes de junio en Valencia. El arrestado, de origen magrebí, admitió los hechos ante los agentes, pero se negó a declarar ante el juez encargado del caso.
Fuentes próximas al caso explicaron que el asunto ha tardado cuatro meses en resolverse porque el presunto homicida vivía en Tarragona y volvió a la ciudad catalana tras cometer el crimen.
En un primer momento todo apuntaba a una muerte por causas naturales, pero la autopsia acabó por demostrar que el fallecimiento se había producido por asfixia mecánica. El homicida utilizó una toalla para estrangular a la víctima.
