La mañana del 20 de setiembre de 1969 en Santiago de Chile, un joven trujillano y estudiante de Farmacia se inscribía en el Dojo Kempo Karate de Chile. Allí aprendió la filosofía del Karate tradicional hasta convertirse en instructor del milenario arte marcial japonés. De vuelta en nuestra ciudad se desempeñó como profesor del equipo de oficiales del cuartel BIM Pucará N° 37 y del Colegio Militar Ramón Castilla.
Desde las academias donde laboró Elmo Bazán hasta la academia actual, Mass Oyama, han egresado decenas de promociones de karatecas con el grado de cinturón negro y miles de alumnos que llegaron a grados avanzados. Considera que «los torneos no son el objetivo final del karate, son una práctica más perfeccionarse y lograr imbatibilidad además de transmitir sangre fría para afrontar momentos críticos».
Bazán fundó la academia de artes marciales Mass Oyama hace 33 años y de la cual es instructor general de manera ininterrumpida. Entre los beneficios que se logran con la práctica del karate están:
1- Aumento de la concentración para mejorar los hábitos de estudio y trabajo
2- Reducción del estrés y capacidad para relajarse
3- Confianza al saber que uno puede defenderse a si mismo y a su familia
4- Confianza al saber afrontar problemas
5- Actitud positiva hacia la vida a través de la autoconfianza y autodisciplina
6- Mejora su autoestima y clara visión de la vida
7- Gran motivación de actitud de «Yo puedo»
