Cansados de la indiferencia de las autoridades, los vecinos de la urbanización Villa El Contador, en el distrito de Trujillo, decidieron colocar por cuenta propia gravilla en una de las principales avenidas por donde transitan vehículos menores y de carga pesada, con el objetivo de reducir la polvareda que afecta su salud.
Una de las vecinas señaló que cuando llueve, la zona se convierte en un lodazal que dificulta seriamente la transitabilidad de los peatones. Además del barro, también sufren por el constante colapso del desagüe y la rotura de tuberías.
Ante esta problemática, los vecinos hacen un llamado urgente a las autoridades municipales para que prioricen la construcción de pistas en esta parte de la ciudad.
Mientras tanto, la comunidad continúa organizándose para mitigar los efectos del abandono, esperando que su voz finalmente sea escuchada.