El último domingo, en la cuadra 19 de la avenida Pumacahua, una antena de telefonía móvil de última generación cedió ante los fuertes vientos, causando daños significativos en la zona. La antena, instalada hace apenas dos meses por una empresa de telecomunicaciones, había sido objeto de controversia desde su anuncio, con vecinos y grupos locales oponiéndose a su instalación y solicitando al municipio que interviniera.
A pesar de las protestas, la empresa procedió con la instalación, lo que culminó en un evento dramático cuando los vientos de la tarde derribaron la estructura. La caída provocó no solo pánico entre los residentes, sino también daños materiales considerables. Una panadería local y una vivienda fueron afectadas por un incendio iniciado por chispas que saltaron de los cables de energía eléctrica al colapsar la antena.
Hidrandina, la empresa eléctrica, rápidamente se hizo presente para manejar la situación de emergencia relacionada con el suministro eléctrico. Sin embargo, el daño ya estaba hecho, y la comunidad no ha tardado en reaccionar. Los vecinos han anunciado que denunciarán a la empresa de telecomunicaciones para que se responsabilice por los daños ocasionados, exigiendo compensaciones tanto por los daños materiales como por el susto y la inseguridad que el incidente ha generado.