Se ha creído por mucho tiempo que consumir bebidas “light” evita que uno engorde, pero lo que la ciencia descubrió es que debido a su contenido bajo en azúcar ocasiona que el cuerpo tenga más hambre.
Un estudio publicado el 2015 en Journal of the American Geriatrics Society revela que el consumo habitual de estas bebidas ocasiona un aumento de 3 veces en la grasa abdominal en sólo 9 años, a diferencia de quienes no consumen este tipo de bebidas. En el estudio se observó a 749 personas y su metabolismo al consumir bebidas de dieta, quienes bebían refrescos normales aumentaron 2 centímetros de diámetro de cintura; mientras que los consumidores de bebidas “light”, un total de 9 centímetros.
Asimismo, los edulcorantes artificiales activan en el cerebro los receptores del dulzor, esto quiere decir que nuestro cuerpo recibe una señal que consiste en prepararse para recibir grandes calorías. Tomar bebidas dietéticas sólo engaña a nuestro cuerpo y ocasiona que este tenga antojos de querer comer más.