Una doctora que regresaba de su luna de miel terminó asistiendo a otra pasajera que dio a luz antes de su fecha de parto prevista en un vuelo transoceánico. Las aeromozas participaron como reemplazo de enfermeras y la mayoría de los pasajeros dormían hasta que se encendieron las luces de la cabina para el parto.
El capitán se dirigió al aeropuerto más cercano en Anchorage, Alaska; no quedó claro de inmediato si el nacimiento ocurrió a un radio de 19 kilómetros de Alaska, lo que por ley haría al bebé ciudadano estadounidense; el bebé se veía sano y la madre estaba contenta.
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